martes, 5 de octubre de 2010

Take a walk on the wild side

Se despertó sobresaltado en mitad de la noche. Intacto, en su memoria, el sueño que se venía repitiendo desde hacía ya varios años. No recordaba cuándo había empezado a tenerlo ni porqué no conseguía librarse de él de manera definitiva. Al sobresalto, seguía a menudo una breve sensación de disconformidad dado que aunque por fin se había terminado, tenía la absoluta certeza de que volvería a soñarlo.

La penumbra en la que estaba sumido el cuarto le facilitó la siempre difícil tarea de abrir los ojos y verificar, no sin cierto alivio, que una vez más, sólo se trataba de un sueño.

El letrero de neón de la cafetería de enfrente iluminaba intermitentemente su rostro avejentado, acentuando los surcos que bordeaban sus ojos, por fin abiertos. Poco a poco, fueron haciéndose al cuarto alquilado en el que acaba de despertar, recorriendo sus paredes amarillentas y deteniéndose, de vez en cuando, en algún objeto que llamaba su atención.

Se encontraba explorando la estancia cuando al otro lado del ventanuco, amanecía perezosamente un día teñido de azul y salpicado por nubes esquivas. Miró el reloj despertador con la esperanza de que éste impusiese un poco de orden en su vida caótica pero el aparato ignoró su mirada suplicante y le respondió con una canción de Lou Reed. Eran las 7.30…

3 comentarios:

  1. Eres de lo más sensible,me gustaría que te animaras y escribieras algo y lo publicaras,seguro que tus seguidoras lo compraríamos

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  2. Me encanta como escribes y lo que trasmites.

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