viernes, 27 de abril de 2012

Martes 13 de Octubre de 1982

“Nunca he soportado el olor del té”. Y una vez pronunciada esta frase, se levantó y con la cartera bajo al brazo, salió del bar dejando una taza humeante en la mesa y en el aire, un amargo olor a despedida. No me dejó disculparme ni llegó a llevarse con ella el diario que custodié hasta mi muerte y que había decidió entregarle aquella triste tarde en la que decidió que ya no le importaba lo que ponía.

Martes 13 de Octubre de 1982

¿Te imaginas volver atrás y que nada de esto hubiese pasa? ¿Crees que si yo fuese tú, no lo habrías encontrado muerto? Estaríamos en casa, como una pareja cualquiera. Tú, recostado en el sofá, con las gafas al borde de la nariz, ojeando el periódico. Yo, planchando la monotonía de un domingo cualquiera y repasando mentalmente la lista de la compra.

¿Y él? ¿Qué estaría haciendo él?


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