miércoles, 9 de febrero de 2011

La luna sonriente

Es fascinante comprobar cómo un niño convierte el proceso natural del aprendizaje en una increíble aventura. A diario, recorro con mi hijo ese tortuoso camino hacia el conocimiento en el que mi papel varía de testigo de sus progresos, compañera de viaje o simplemente, una aguafiestas.

Pasa el tiempo, los borrones se hacen rayas y las rayas empiezan a confluir y tomar forma. Se unen y se separan, se entrecruzan y pisotean. A veces encierran tesoros y otras, quieren escapar de la pizarra y seguir explorando solas, muy a mi pesar.

Cuco ha empezado a dibujar y celebramos con él sus primeros trazos reconocibles. Anoche se giró triunfante y afirmó: Mami, ¡es una luna sonriente!




Efectivamente, lo es.

Y la que irremediablemente sonríe al contemplarla, soy yo.

3 comentarios:

  1. Es todo un artista. Lo ha hecho mejor de lo que yo soy capaz a mis treinta y tantos jajaja

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  2. Me encanta esa luna, la sonrisa que le ha pintado es inigualable, seguro que la de su mama se le parece mucho, un beso para el pequeño artista

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  3. <bueno bueno mi sobri gallego hecho todo un artista, esque con una madre con tanto arte no podía ser menos.

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