
El martes va y me dice que Scarlett Johannson está muy buena, que le da pereza usar colonia y que se parte con House. ¿PERDONA? ¿QUÉ HAS DICHO?
Yo, que lo llevaba muchas veces al zoo y me tiraba con él por el tobogán porque tenía miedo de que se cayese, aún me siento abrumada porque se afeite y escoja su ropa. Dice que le gusta vestir clásico, ¡toma ya!
¿Cómo se digiere que el niño que escuchaba a los pitufos maquineros extasiado haya ido este verano al concierto de Mika? Ese enano que me dejaba pintarlo y disfrazarlo con mi ropa, afirma sin tapujos que le encantaría ser psiquiatra porque hace mucha falta ayuda profesional en la familia… ¿CÓMO??
La verdad es que da igual cuántos años cumpla. A mí me sigue gustando que me dé un beso cuando me ve, darle una palmada cuando se despista y llevarle magdalenas con pepitas de chocolate de vez en cuando, porque sé que le encantan. Adoro a mis sobrinos y hoy mi entrada tenía que estar dedicada al mayor de ellos, aunque sé que cuando lo llame y me ponga a cantarle Cumpleaños Feliz a grito pelado, al otro lado del teléfono habrá un adolescente ruborizado que se pregunte cuándo va a madurar su tía…
FELICIDADES P.!!