lunes, 12 de diciembre de 2011

La sorprendente hostelería gallega

El otro día pillé al Sr. Cuco en la barra de una cafetería pidiéndole un chupa-chups al camarero.

Lo saqué de allí un poco avergonzada y de camino a casa, le expliqué por qué no podía repetir lo que acababa de hacer. Le hablé de la importancia de pedir las cosas, del valor del dinero y del daño que hace el azúcar a los dientes. Todo ello en 5 minutos, conduciendo y observándolo por el espejo retrovisor.

Tras una breve pausa, muy serio, me contestó:

"Vale, mami, mañana si quiero un chupa, no se lo voy a pedir al CALAMARDO".



No vale, ¿así quién echa una bronca?


4 comentarios:

  1. llevas eazón, as´quien echa una bronca...

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  2. Estoy contigo, Cuco: los calamardos no son de fiar, no conocen el valor del dinero y no distinguen la sal del azúcar. Cuando quieras un chupa, mejor se lo pides al ENCAGADO (señor que ha recibido algún encago o tiene algo a su cago, según JL Coll).

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  3. Jaja, ¿y no te entro la risa?
    Por cierto el otro día cuando estaba con mis enanos en una librería, derrepente vi el libro de los amantes mariposa, me acorde de ti y allí me fui, que pasaaaaada de bonito, las ilustraciones preciosas y la historia maravilooooosa.
    Besos
    Myriam

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  4. ¡ Me como al Sr. CUCO, que me lo traiga ahora mismo el calamardo en una bandeja y le hinco el diente !
    Es total.....

    MUAAAAAAAAAAAC

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