sábado, 23 de julio de 2011

La chispa de la vida


Estaba tumbado boca arriba sobre el sofá, con una zapatilla Nike puesta y la otra, yaciendo en el suelo. Una mano sobre el pecho, colocada al modo antiguo y la otra, cayendo sobre la alfombra y rozándola con la punta de los dedos. Sobre la mesa, restos de una pizza y dos latas de coca-cola vacías. Ni rastro de alcohol. No desde el accidente.

Sentada en silencio al otro lado de la habitación, con el mando de la TV sobre las rodillas y la manta a sus pies, ella dirige su mirada hacia el sofá y de nuevo, a la televisión.





“Despierta, mal nacido. Despierta y ponme algo decente que me distraiga. No sé qué pretendes dejándome el mando aquí. ¿Con qué se supone que voy a cambiar? ¿Con la rabia? Si pudiera mover las manos, si pudiera moverme de la silla, aunque sólo fuera una vez, te mataría y luego me tragaría entero el programa de mierda que me has dejado puesto. ¿Coca-cola? Miserable…”

“Soñaba que íbamos juntos por la calle y que me sermoneaba, como de costumbre, por llegar tarde y oliendo a alcohol. Al llegar al portal, me despedí porque ella tenía que hacer la comida y yo, había quedado con unos colegas. Ni le pedí el coche ni lo estrellé dejándola en silla de ruedas”.




Como si alguien hubiera apretado un botón, despierta, se despereza y se gira hacia ella. La mujer aparta la vista de la tele y amaga una sonrisa.

- ¿Qué pasa mamá? ¿Te gusta el programa?
- Claro, ya sabes que me encanta. Anda, dame una coca-cola, que tengo sed.

5 comentarios:

  1. Bufff! Durísimo. Pero capta la atención desde la primera frase.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Eres morbosa,yo acordándome de toda su familia por como te había dejado,y vas y al final era un sueño

    ResponderEliminar
  3. Dame una coca-cola, que tengo sed, dice…
    Y a mí pásame el desfibrilador, que me he quedado sin pulso con este relato despiadado.
    Vale, he picado otra vez, era un sueño. No importa, porque me gusta. Y es un texto formidable, también otra vez. Pero que sepas, lista, que la coca-cola no tiene relación con la sed (prueba a tomarla no-fría); si acaso, con la vida… cuando no va mezclada con alcohol, pero eso también es válido para el zumo de níspero. La chispa de la vida es bañarse con la tostadora… Una experiencia irrepetible, literalmente.

    ResponderEliminar
  4. Me quedé dormido y mientras soñaba, olvidaba lo que había pasado.

    Ella soñaba despierta que hacía de su pesadilla, la mía.

    Todos soñamos. Y tanto si creéis que era un sueño como si os parece justo lo contrario, acertáis ;-)

    ResponderEliminar